Violeta es una planta herbácea y perenne de la familia de las violáceas. Tiene rizoma rastrero, del que salen estolones florales alargados.
Es una planta que se caracteriza por un perfume intenso y una cierta gracia y elegancia.
Crece con preferencia en terrenos frescos, arcillosos y sombreados.
Las hojas son radicales y pilosas, con forma de un corazón ovalado, que arrancan de la cepa misma y se sostienen por largos rabillos.
Las flores son grandes, aromáticas y de color violeta oscuro y se disponen en largos péndulos. Se emplean en gastronomÃa y en perfumerÃa.
Los frutos son cápsulas esféricas y pilosas.
Para cuidar la salud y con fines medicinales se emplean las raÃces, las hojas y las flores de violeta.
Es una planta ornamental por eso se suele cultivar en jardines, aunque la especie silvestre, que es menos llamativa, es la más perfumada y la preferida por la industria cosmética y farmacéutica.
Sus flores frescas sirven para la extracción de un aceite esencial perfumado que se utiliza en todo el mundo; es una de las esencias más agradables que existen, utilizada incluso en muchas de las exquisitas golosinas que todos hemos comido de niños.
Nombres
El nombre cientÃfico es viola odorata.
En inglés se llama violet; en francés, violete; en italiano, violetta, y en portugués, violeta o viola.
Es conocida también como violeta de olor, violeta común y violeta de marzo.
Cultivo de la violeta
Es una planta silvestre y puede cultivarse por división de estolones.
Requiere suelo revuelto y enriquecido con abono vegetal.
Hasta que fija las raÃces, necesita bastante humedad.
La planta florece a finales de invierno o comienzos de la primavera.
En cuanto a su recolección, las sumidades floridas y las hojas se recogen durante la floración, que se inicia con la primavera y dura algunas semanas; mientras que los rizomas se dejan hasta el invierno, que es cuando más cargados están en principios activos.
Una vez recolectados, se ponen a secar en capas delgadas en lugar ventilado y sombreado.
Propiedades medicinales
La violeta tiene muchas propiedades para cuidar la salud.
Por ser diuréticas, expectorantes, sudorÃficas y calmantes de los espasmos, las flores de violeta se emplean contra los catarros de la garganta y de los bronquios.
Favorece la expulsión de toxinas por medio del sudor, facilita la expectoración y descongestiona las mucosas. En uso externo, ayuda a evitar la hinchazón en golpes y contusiones.
Las flores de violeta son ricas en mucÃlago, poseen trazos de esencia, pequeñas cantidades de ácido salicÃlico y otros compuestos como la violamina.
En la raÃz de violeta podemos encontrar además alcaloides como la odoratina, diversas saponinas y ácidos orgánicos.
Por su parte, del ácido salicÃlico se conocen sus propiedades como analgésico y antipirético.
Por las saponinas que contiene la raÃz también se ha utilizado para provocar el vómito.
Por último, los alcaloides de la raÃz ejercen una acción hipotensora.
La tisana de violeta que se obtiene de las hojas es muy buena contra los abscesos del estómago e intestinos, e incluso contra las úlceras cancerosas.
En los tratamientos externos puede emplearse la tisana de violetas para fricciones, vahos, lociones  contra cualquier malestar, jaqueca, dolor de cabeza, afecciones de la piel, hinchazones, úlceras rebeldes y peligrosas, etc.
La precaución a tener en cuenta en relación con esta planta es que, a grandes dosis, sirve principalmente para provocar el vómito, por lo que es desaconsejable su abuso.
Formas de uso de la violeta
- Infusión anticatarral: dejar en infusión 20 grs de flores frescas de violeta en 1 litro de agua hirviendo, durante media hora. Filtrar, endulzar con miel y tomar en copitas, a lo largo del dÃa.
- Cataplasma para contusiones: hervir algunas hojas frescas de violeta en un poco de agua. Dejar enfriar un poco y aplicar sobre la zona afectada, para evitar la hinchazón.
- Decocción: Se hierven en 300 grs de agua 5 grs de raÃces de violeta; cuando el lÃquido se ha reducido a un tercio, se endulza con miel o azúcar y se bebe rápidamente. Excelente para el catarro y la tos.
- Jarabe: 100 grs de flores frescas en un litro de agua hirviendo; después de 12 horas se cuela el lÃquido, exprimiendo bien las flores, y se añaden 2 kilos de azúcar. Se filtra tras 2 o 3 dÃas y se guarda. La dosis recomendada es una cucharada de jarabe cada dos horas.
- Perfume de violetas casero: Para ello se quitan los pedúnculos a las flores frescas y se desecan rápidamente a la sombra; se vierte sobre una plancha de metal caliente un poco de sal fina de mesa que, al secarse, se mezcla con los pétalos florales. Todo esto se conserva en un frasco con tapón esmerilado. Asà obtenemos el perfume de violeta, de múltiples beneficios.